Abandonado para morir sobre un basurero, una nueva oportunidad le salvó la vida
Días después de una exitosa recaudación de fondos, el equipo estaba preparado para enfrentar un invierno riguroso. Gracias a las contribuciones, adquirieron una cámara termográfica que prometía ser crucial para sus misiones de rescate en los meses fríos y con atardeceres tempranos, apostando a que les permitiría salvar más vidas que nunca.
El grupo de voluntarios de Stray Rescue of St. Louis (SRSL) estaba realizando sus actividades cotidianas de cuidado de los animales cuando, esa noche, recibieron una llamada alarmante de un camionero.
Este hombre se encontraba descansando en un parque cuando divisó a un cachorro en una caja sobre un contenedor. “Llegamos al lugar y estaba demasiado oscuro. Ya no podíamos ver al cachorro en el lugar señalado”, relató Donna Lochmann, encargada de rescates del SRSL.
Armada con una linterna, una correa y unas golosinas, Lochmann acudió al lugar. Pero en lugar de usar su linterna, eligió la cámara térmica. En la pantalla, pronto apareció una forma cálida anaranjada y amarilla, en un refugio dentro de la vegetación. Al acercarse, encontró al pequeño perro atrapado en el frío.
Después de rescatarlo, lo llevaron urgentemente a la clínica veterinaria donde le diagnosticaron parvovirus, un virus devastador para los cachorros.
“El pequeño no comía, tenía fiebre y estaba muy débil. Su salud estaba en mucha incertidumbre. Probablemente, por esas razones alguien lo abandonó cruelmente,” dijeron en el refugio. “Era evidente que merecía una oportunidad para sobrevivir.”
El parvovirus es una enfermedad infecciosa muy agresiva que afecta el sistema digestivo y puede ser fatal para perros jóvenes. Resiste en el entorno por meses, aumentando el riesgo de contagio entre perros sanos.
Al cachorro, llamado Flir por la cámara que lo descubrió, le esperaba un largo camino de recuperación. Tuvo que estar aislado y recibir tratamiento intensivo, pero progresivamente Flir, ahora rebautizado Oliver, comenzó a mejorar. Pasó por diversas etapas críticas, y aunque el pronóstico fue incierto, su determinación lo sacó adelante.
Oliver encontró su hogar definitivo con una familia que lo recibió con amor incondicional. “Little Man, como lo denominamos, está lleno de vida y curiosidad”, compartió su nueva dueña Stephanie Schmitz.
Aunque por un tiempo Oliver estuvo solo, pronto conocería a su nueva amiga, Poppy.
“Estamos felices de presentar a Miss Poppy, la hermana menor de Oliver. Nuestros pequeños compañeros rescatados por SRSL son parte esencial de nuestra vida familiar.”
Oliver se adaptó rápidamente al nuevo miembro de la familia. Antes, un cachorrito abandonado y enfermo luchando para sobrevivir en un oscuro parque; ahora parte de un hogar lleno de amor.
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